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Cristián Olivares: “La tecnología aprende a predecir incendios, la sociedad aún no aprende a prevenirlos"
En un país donde el fuego se repite cada verano como una tragedia anunciada, el profesor de Ingeniería UAH habla de cómo los sensores, los algoritmos y la inteligencia artificial pueden alertar incendios.
Fuente: Radio La Metro FM
Cada verano, los incendios forestales vuelven a golpear con fuerza el centro y sur de Chile. Purén, Lumaco, Angol o Coyipulli son nombres que se repiten en la memoria reciente. Frente a este escenario, el ingeniero civil informático Cristián Olivares, académico de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Alberto Hurtado, desarrolla tecnologías basadas en inteligencia artificial (IA) que buscan anticipar los desastres y fortalecer la resiliencia de las comunidades. «El 98 o 99% de los incendios son provocados por nosotros, por las personas. Ya sea intencional o accidentalmente, somos nosotros con nuestra forma de actuar los que generamos estos incendios», advierte.
El investigador lidera una iniciativa interdisciplinaria junto a CONAF, SENAPRED y comunidades del sur del país, que utiliza IA para entender cómo las personas se relacionan con su entorno y cómo esa relación incide en el riesgo de incendio. “Desarrollamos una herramienta muy simple que incentiva a la ciudadanía a mostrar cómo perciben el territorio, dónde ven riesgos y cómo los entienden. Esa información la analizamos territorialmente para predecir dónde podría existir mayor riesgo social o psicosocial de incendios”, explica. La aplicación —llamada E-Incendio— genera una nueva capa de información que permite combinar datos ambientales con el comportamiento ciudadano.
Olivares destaca que, más allá de los factores climáticos, la prevención requiere un cambio cultural y una comunicación efectiva del riesgo:
CONAF tiene un mapa de vulnerabilidad que identifica los lugares donde se pueden producir incendios, pero lo que necesitamos ahora es comunicarnos mejor con la ciudadanía. Es clave que la gente entienda que vivir cerca de una plantación o de un bosque implica un riesgo real”, afirma. El académico añade que el trabajo conjunto entre tecnología, instituciones y comunidades “permite mejorar las estrategias de prevención y respuesta frente a emergencias.
El profesor de la UAH también observa cómo la inteligencia artificial está transformando otros ámbitos de la vida social, especialmente la política. “Los algoritmos están tomando muchas decisiones de nuestras propias vidas”, advierte. “Podemos perfilar al electorado, cruzar tendencias políticas con gustos musicales y hacer campañas muy dirigidas. A veces con prácticas éticas y otras no tan éticas”. Para Olivares, el desafío de la IA —ya sea frente a los incendios o en la democracia— es el mismo: entender el comportamiento humano para usar la tecnología al servicio del bien común.
